Persuadir:
Persuadir implica influir en las creencias, actitudes o comportamientos de alguien a través del uso de argumentos, emociones u otros medios de persuasión. El objetivo de la persuasión es cambiar la opinión o acción de la persona persuadida, a menudo utilizando tácticas como la retórica, la lógica o el uso de ejemplos emocionales. La persuasión no siempre implica convencer a alguien de que algo es verdadero o falso, sino más bien de que es lo correcto o beneficioso.
Convencer:
Convencer implica lograr que alguien acepte o esté de acuerdo con un argumento o punto de vista presentado. A diferencia de persuadir, convencer se centra más en la presentación de evidencia, lógica o razón para respaldar una afirmación o idea. El objetivo es hacer que la persona comprenda y acepte la validez de lo que se está argumentando. La convicción se basa en la idea de que la verdad o la lógica son suficientes para llegar a un acuerdo mutuo.
En resumen, mientras que persuadir implica influir en las emociones y actitudes de alguien para lograr un cambio de opinión o acción, convencer se enfoca en presentar argumentos racionales y evidencia para obtener el acuerdo o aceptación de la otra persona.